Jane Goodall, Zoóloga y Antropóloga británica, fundó en 1977 el instituto que lleva su nombre, Jane Goodall (nstitute for Wildlife Research, Education and Conservation), cuyo objetivo principal es impulsar programas de conservación de la especie y mejora de las condiciones de vida de los chimpancés.
Hoy con 80 años sigue viajando, investigando e impartiendo conferencias por todo el mundo y, sobre todo, sigue con la motivación intacta para continuar luchando por la misión que inició con 21 años: La defensa de los Chimpancés y el respeto por el Medio Ambiente.
Al ver por primera vez este vídeo que me envió una amiga querida, me emocioné al observar el abrazo «humano» que intercambian Jane y Wounda en el momento que sueltan al chimpancé para vivir en libertad tras un proceso de recuperación intenso.
Me impactó la mirada de Wounda, sus movimientos tras ser liberada de la jaula y el comportamiento posterior cuando se funde en un abrazo de despedida con el equipo que se intensifica aún más, cuando se abraza con la Antropóloga… Me vinieron pensamientos e ideas al tiempo de lo que supone un proceso, el potencial de las capacidades vitales, y lo que implica una relación de ayuda sustentada en la empatía.
La Resiliencia. Si Wounda fuese humana diríamos que es un ser resiliente. Esta Chimpancé pasó por situaciones de maltrato que casi la llevan a la muerte, luego tuvo la fortuna-oportunidad de ser recogida y acogida por un equipo de profesionales que la ayudaron a recuperarse. Pero ella, no cabe duda que decidió luchar por sobrevivir. En otros casos, los primates, tras pasar por avatares de maltrato y desarraigo, optan por dejarse morir… Wounda, apostó por la vida y comenzó su nueva aventura del por vivir con la curiosidad de una joven chimpancé a pesar de los pesares… Parecía que todo lo contemplase por primera vez.
Observa las ramas, las olisquea, parece que no tiene ninguna prisa por recorrer esos nuevos paisajes como si supiera que la prisa es algo secundario cuando lo importante es disfrutar el momento con atención plena en el aquí y el ahora de lo que está viviendo. ¿Será más sabia por todo lo que aprendió de sí y de la condición de algunos perversos humanos? ¿El tiempo para Wounda será “infinito” porque se sabe capaz de pararse en lo importante?
A las y los humanos nos lo tienen que repetir a menudo y enseñarnos técnicas y herramientas de PNL, Coaching o Mindfulness para no perdernos de vista ante las contingencias cotidianas que la vida nos coloca a cada paso…
La relación de ayuda sustentada en la empatía.
Cuando la veterinaria que llevó a cabo el tratamiento de Wounda va relatando a J.G el proceso de recuperación, queda patente que su objetivo fue desde el inicio, ayudar a la chimpancé para que pudiera volver de nuevo a un hábitat de libertad. Sin duda, el vínculo entre el animal y la humana tuvo que establecerse progresivamente para que Wounda confiase de nuevo en una especie que casi la había destruido. La confianza entonces debió de ser el punto de partida para poder avanzar en el proceso de recuperación y la seguridad, el paso siguiente que hizo que Wounda poco a poco, conectase con la motivación para luchar por su libertad sintiéndose segura y confiada.
Antes de abrir la jaula, se ve como Jane G. acaricia la mano de Wounda y que ésta acoge la caricia con serenidad, luego sale y comienza a repartir abrazos hasta que finalmente toma su camino hacia la libertad. Según estudios científicos, el comportamiento comunicativo del chimpancé comparte muchas características con el lenguaje humano. En la imágenes que observamos parece que no queda lugar para muchas dudas…
Entonces, si resulta importante establecer una comunicación afectiva con Wounda para favorecer su recuperación, ¿por qué nos da tanto miedo a las y los profesionales mostrar cercanía, incluso acoger en un abrazo a nuestros clientes en un momento de especial sufrimiento o malestar emocional? ¿Eso contravendrá la distancia operativa coach/coachee?
¿Cuál será la distancia Óptima?
Yo creo que desde el saber hacer y la intuición profunda, podemos dejarnos guiar para acompañar desde la empatía que va mucho más allá que la teoría “fría”.
Intentar comprender y entender a otros, implica también, comprender y entender qué sentimos como profesionales durante ese recorrido. Mostrar en algún momento emoción o com-pasión mostrándonos cercanos, no resta tensión al proceso ni creo que reste “autoridad” a nuestro saber hacer.
Hace un tiempo tuve un ingreso hospitalario de urgencia por una complicación post operatoria. A lo largo de la noche que pasé en el box de urgencias, pasaron por mi mente pensamiento inquietantes, incluida la posibilidad de la muerte. Entraban y salían médicas y enfermeros diligentes a controlar constantes, hacerme pruebas y etcéteras mil, pero eso no hacía disminuir mi inquietud ni mi angustia.
Ya de mañana, se acercó el mismo médico que me atendió al ingresar, se sentó en mi cama y puso su mano sobre mi brazo al tiempo que decía: “no sabemos aún lo que tienes, pero puedes estar tranquila que no es nada grave”. Ahí me relajé. En ese momento, a pesar del malestar físico, sentí que podría confiar en que iban a curarme. Ese profesional fue el único que supo transcender su saber teórico para colocarse en el saber “curar”.
Jane Goodall tiene reconocimiento mundial como científica, sin embargo, es capaz de mostrar su profundo respeto y afecto por Wounda en ese intercambio muto de abrazos compartidos. Quizá debamos repensar mucho aún sobre las claves centrales de la Relación de Ayuda asentada en la Empatía.
¿Qué pensaría Carl Rogers del trabajo de Goodall? Interesante hipótesis para recrear…
Carmen F. Barquín
Coach Personal y Consultara en Género.